" Educarnos libres para hacernos en justicia al nombrar oír y sentir a otros como iguales "

PARA ESTE MARZO 2020 IMAGINARIOS SOLIDARIOS Catedra Libre DDHH -UNSE

PARA ESTE MARZO 2020 IMAGINARIOS SOLIDARIOS
Cada 24 de marzo en Argentina se activan, movilizan y comunican los imaginarios sociales que construyen la fecha. Ni todos iguales, ni definitivos. La Catedra Libre de Derechos Humanos de la FHCSyS- UNSE manifiesta las voces que componen el suyo.

El ejercicio público de la palabra pide la delicadeza de la prudencia ante hechos controversiales. Porque la palabra, que siempre es de significados sociales produce entendimientos diferentes. Porque lo sabemos, entendemos que las interpretaciones no se extirpan bajo orden de silenciamientos, ni el acallamiento terminara con intereses en conflictos. Tal el caso de hechos de violencia. Donde siempre hay involucrados. Donde cuentan las victimas que buscan lidiar con la violencia que se desato sobre ellas.
Entre los procesos de reparación de daño, en Argentina protagonizamos como país uno que cuenta a la hora de poner ejemplo de cómo revertir el dolor obturando la vía de la venganza individual, politizando la reparación, convirtiéndola en el espacio común donde refundar Democracia, Estado de Derecho. Porque la violencia fue genocida, es decir, se ejerció sobre todo el pueblo argentino. Aunque el cuerpo biológico escogido tuviera en el núcleo central, pero no exclusivo, de la tortura y la desaparición a la juventud organizada en su disidencia política, la violencia se ejerció sobre todo, no solo sobre todxs.
La violencia genocida revistió carácter de terrorismo de Estado. Porque apropiándose del poder de legitimidad que da el Estado, lo ocuparon, disolviendo sus instituciones, barriendo con todo instrumento público creado como garantías de ley para los ciudadanxs, y sembraron el terror. Arrojaron cuerpos vivos al mar y muertos en las calles, personas, sacadas de sus hogares a golpes. Se apropiaron de niños de padres que secuestraron, borrando su identidad, violaron mujeres, robaron pertenecías.. Horrores, que por el agravio que representan contra la humanidad son crímenes imprescriptibles califican de lesa humanidad.
Los 24 de marzo hacemos memoria, no solo de ese pasado (1974-1983), reafirmándonos la voluntad democrática de no repetirlo, también repasamos a nuestro haber las leyes que nos dimos, los programas que creamos, para hacer pedagogía de la verdad, un deber de educación de las instituciones del Estado: enseñar a debatir, a conocer y entender porque las violencias ejercidas con usurpación del Estado, ni cualitativa ni cuantitativas tienen paralelo comparable con ninguna otra violencia.
Desterrar lógicas, generadoras de pensamientos, opiniones, actitudes asentadas en la “teoría de los dos demonios”, pide ejercicio de docencia. Reclama conocimiento acerca de: ¿qué sector socio-económico se apropió y usó el Estado?, ¿con qué propósito y con qué beneficios?. Solo acercar el dato del crecimiento de la deuda externa invita a reflexión. O, pensar: ¿Quiénes en ese proyecto de país contaban y resultaban beneficiados de los recursos de todxs, ¿a quiénes se excluía de todo lo materialmente necesario para vivir con dignidad?; educación, salud tiene índices descendentes, alarmantes de ese periodo.
Esa violencia estatal deja -y dejó- secuelas irreversibles. Actuar ese imaginario no nos ayuda, ni a tejer redes, ni a afianzar solidaridades entre nosotros, necesarias siempre. Imprescindibles en tiempo de crisis sanitarias. Con lo que contamos para enfrentar el vaciamiento de Estado que produjo el genocidio, el terrorismo de estado, la violencia estatal, la dictadura cívico económico militar en la Argentina de aquel proceso, empleado para darle a la Nación una organización socio política cultural violenta a perpetuidad, obligando por el terror a que se naturalicen los privilegios y se justifiquen las ventajas. Todo lo contrario de lo que necesitamos ser y creer para actuar en una emergencia sanitaria, como la que atravesamos hoy.

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